La fuerza en femenino
Organismos como la CEOE o el Instituto de la Mujer y para la igualdad de oportunidades se centran en visibilizar, potenciar e impulsar el liderazgo femenino, favoreciendo la captación y capacitación de mujeres para desarrollar puestos de responsabilidad.
Esto es necesario para el desarrollo del talento tanto como para la competitividad empresarial.
En anteriores artículos se hizo un desarrollo basado en datos, que afirmaba que la inclusión de la mujer en el mundo profesional aumenta el PIB de los países, por lo que no sería razonable dejar de atender este tema.
Desde la Cámara de Comercio han elaborado un informe para analizar el efecto de la pandemia del COVID 19, desde una perspectiva de género a nivel empresarial – empleo y social.
Del estudio realizado se concluye que es especialmente importante la “crisis de los cuidados”. La pandemia provocó el cierre de escuelas infantiles, colegios, centros de apoyo a personas dependientes, centros de educación especial e incluso la limitación de recursos sanitarios.
Entidades que se dedican a infancia y juventud, a mayores, a personas dependientes, a servicios de carácter social, de manera habitual, cierran las puertas por la pandemia. Esta responsabilidad recae en las familias en general, que han de hacer un especial esfuerzo por conciliar sus trabajos. Pero el estudio demuestra que, en gran medida, el mayor peso lo están llevando las mujeres.
La desigualdad en la pandemia
A primera vista, podríamos pensar, que es una carga de trabajo que ya soportaban de manera más o menos normalizada, pero el encargo de los cuidados en mujeres que salían a trabajar fuera del hogar se complica de manera notable al tener que realizar las tareas escolares que externalizaban a los profesores, mientras se adaptan a las nuevas tecnologías para poder desarrollar gran parte de su trabajo de manera online.
Comentan haberse sorprendido de la cantidad de trabajo que se puede realizar sin salir de casa, pero desarrollando largas jornadas laborales sin control, y sin desatender las labores domésticas.
A las familias con mayores necesidades les ha golpeado con mas fuerza y si hablamos de familias monoparental materna la carga es, si cabe, aún más dramática.
Se hace imprescindible incorporar la perspectiva de género en el análisis del impacto de la pandemia, desde el punto de vista institucional, empresarial, sindical y social, para poder pensar y adaptar la legislación, normativa, recursos y medidas a implementar en los planes de igualdad de las empresas y en los servicios públicos.
El Instituto de la Mujer y para la igualdad de Oportunidades ha elaborado un estudio que concluye:
- Las mujeres representan el 70% del personal sanitario, y son mayoría en el comercio de alimentación, limpieza hospitalaria y de residencias.
- Las mujeres continúan realizando la mayoría de los trabajos domésticos, remunerados o no , y siguen siendo las que más se quedan sin empleo por los cierres escolares, con mayor facilidad.
- Ellas sufren mayor precariedad y pobreza laboral, lo que les hace más difícil afrontar la crisis. Sectores como el turismo están altamente feminizados y se ven afectados en un 70%. Especialmente precario es el empleo de mujeres jóvenes y migrantes.
En cuanto al riesgo del aumento de la violencia en el espacio doméstico por el confinamiento, a fecha de hoy son 21 mujeres muertas por esta causa, pero no se puede saber el nivel de violencia intrafamiliar que se ha desarrollado detrás de las paredes. No obstante, se ha reflejado un importante aumento de peticiones de ayuda.
El Real Decreto-ley 12/2020, de 31 de marzo presta especial atención a las víctimas de violencia de género y víctimas de trata de personas y explotación sexual, adaptado a las circunstancias del confinamiento.
El efecto en la economía será para todos y por ello hemos de tener una mirada global y social, independientemente del género. Se advierte que:
- Muchas empresas – sobre todo PYMES y autónomos – verán amenazada su solvencia y su continuidad por las elevadas pérdidas económicas.
- Habrá una alta tasa de desempleo en todo el mundo.
- La pérdida de ingresos afectará en mayor medida a quienes estén en una economía informal.
- El impacto de la crisis tendrá efectos diferenciados a corto, medio y largo plazo para cada sector.
- El efecto de la temporalidad laboral tendrá una incidencia negativa.
- Las trabajadoras del hogar se convierten en el colectivo más vulnerable, debido a la precariedad laboral por no inclusión plena en el ámbito de la Seguridad Social y el no reconocimiento del subsidio de desempleo, y unido además, al riesgo de contagio.
- Es necesario mantener las medidas básicas de salud. Especialmente las de salud sexual y reproductiva.
- Según la ONU el 25% de las mujeres y niñas no puede decidir sobre su acceso a los servicios de salud, un 25% no puede negarse a tener sexo con su marido o pareja y el 10% no puede tomar decisiones con respecto al uso de anticonceptivos. La seguridad debe garantizarse para todos.
Cuando se trata de igualdad de oportunidades y del área social general, todo es importante y está relacionado. Deberíamos unir fuerzas para conseguir lo mejor para todos por dos motivos básicos, porque estamos hiperconectados y por justicia social.
María Álvaro